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Brújula (LSE: bienes de consumo masivo) ha estado sirviendo un gran regalo para los inversores durante el año pasado, con sus acciones subiendo un apetitoso 17%. Como la empresa de servicios de comida por contrato más grande del mundo, esta acción de valor ha estado causando un revuelo en los mercados. Pero después de un desempeño tan bueno, me pregunto si podría ser el momento de que los inversores busquen otro rumbo.
Un gran año
Analicemos los factores que han impulsado este desempeño estelar. La empresa ha demostrado una notable resiliencia frente a las incertidumbres económicas globales. El último informe de ganancias reveló un crecimiento decente del 13,8 % en las ganancias durante el año pasado. Con un fuerte crecimiento en productos esenciales durante un período de incertidumbre global, no es de extrañar que el mercado esté encantado con este resultado.
La empresa, que opera en más de 50 países y sirve miles de millones de comidas al año, ha demostrado que tiene una receta para el éxito. El modelo de negocio de la empresa, centrado en el catering en el local en lugar de en cocinas centralizadas, le ha dado una ventaja competitiva. Y no se trata solo de la comida: la dirección ha ampliado su menú de servicios para incluir limpieza, asistencia en la oficina y mantenimiento del terreno.
¿Te sientes lleno?
Pero aquí es donde empiezo a sentirme un poco lleno. Las acciones se cotizan actualmente a un relación precio-beneficio (P/E) de 29 veces, lo que es una valoración bastante alta en el sector. Los analistas pronostican un crecimiento de alrededor del 4% para las acciones en el próximo año, lo que no me inspira.
Además, si bien el crecimiento de los ingresos ha sido sólido, su ganancia Los márgenes de beneficio parecen bastante estrechos. El margen de beneficio neto de la empresa se sitúa en un mero 4,27%. En el competitivo mundo de la restauración por contrato, incluso un pequeño cambio en los costes puede suponer una gran reducción de los beneficios.
El mayor problema para mí es la deuda que tiene la empresa. Con una relación deuda-capital del 70,5%, el balance de la empresa no es tan sólido como me gustaría para una empresa que ha estado en modo de recuperación durante casi cinco años. En un entorno de incertidumbre económica, este nivel de deuda podría causarles un verdadero malestar a los inversores.
Navegando en un sector complejo
Pero no todo es pesimismo. Los analistas prevén un crecimiento de las ganancias del 11,99% anual, lo que sugiere que todavía hay mucho crecimiento por delante si se pueden controlar los costos. La empresa también ofrece un rendimiento de dividendos del 1,9%, lo que supone un pequeño incentivo para los inversores centrados en los ingresos.
El equipo directivo, encabezado por el director ejecutivo Dominic Blakemore, ha demostrado que sabe cómo desenvolverse en el complejo mundo de los servicios alimentarios globales. Su enfoque en la expansión hacia áreas de alto crecimiento y la mejora de la eficiencia han permitido que la empresa siga creciendo durante algunos de los momentos más difíciles para el sector en la historia reciente.
Sin embargo, después de una racha tan buena, no puedo evitar preguntarme si las acciones merecen un respiro. El mercado parece haber reconocido ya muchas buenas noticias y cualquier tropiezo en la ejecución podría provocar una caída abrupta. Desde luego, no quiero sumarme a la fiesta justo cuando la música se detiene.
Al final, aunque esta acción de valor ha tenido un buen desempeño en el mercado últimamente, creo que la valoración actual sugiere que podría estar un poco sobrevalorada. La mantendré en mi lista de seguimiento, pero no invertiré en ella en el corto plazo.