Samuel Bankman-Fried, ex director ejecutivo de FTX, ha sido sentenciado a cumplir su condena 24 años de cárcel en una prisión de seguridad media, con una recomendación para una instalación lo más cerca posible del Área de la Bahía de San Francisco. Esta decisión, tomada por el juez Lewis A. Kaplan durante la sentencia del 28 de marzo de 2024, tiene en cuenta la notoriedad de Bankman-Fried, su asociación previa con una gran riqueza y sus desafíos personales, incluidos el autismo y la incomodidad social, que probablemente lo harán lo hace particularmente vulnerable en un entorno penitenciario de alta seguridad.
Sam Bankman-Fried estuvo recluido en el Centro de Detención Metropolitano (MDC) en Brooklyn, Nueva York, antes de su juicio y sentencia. El MDC es conocido por sus estrictas medidas de seguridad y ha enfrentado críticas por las condiciones en las que se encuentran tanto detenidos en prisión preventiva como reclusos que cumplen sentencias cortas.
Los detalles de la sentencia, como se describe en el acta del proceso, revelan una estructura compleja, ya que Bankman-Fried recibió un total de 291 meses (aproximadamente 24 años y tres meses) de prisión. Esta sentencia se divide en múltiples cargos, con términos específicos que deben cumplirse de manera simultánea y consecutiva, lo que resalta la gravedad de los cargos en su contra.
Además de la pena de prisión, a Bankman-Fried se le ha ordenado perder la asombrosa cantidad de 11.020.000.000 de dólares. Esta confiscación es parte de los esfuerzos del tribunal para abordar las ramificaciones financieras del caso, que ha tenido un profundo impacto en innumerables inversores y clientes de FTX. El tribunal se negó a ordenar la restitución directa debido a la complejidad del caso y al gran número de víctimas involucradas. En cambio, ha autorizado al gobierno a compensar a las víctimas a través de un proceso de remisión utilizando los activos decomisados, una decisión que ilustra los desafíos que supone proporcionar restitución en un caso de fraude a tan gran escala.
Además, cuando salga de prisión, Bankman-Fried quedará bajo libertad supervisada por un período de 3 años, durante el cual deberá participar en un programa de tratamiento de salud mental para pacientes ambulatorios y cumplir con una estricta supervisión financiera.
Bankman-Fried tendrá alrededor de 57 años cuando salga de prisión; tras su posterior supervisión, es posible que puede ser capaz de reingresar al sector financiero de alguna forma cuando cumpla 60 años.